23 oct 2012

Cordero patagónico: placer de los dioses

El recorrido gastronómico por la Patagonia es un viaje de placer y gozo para el paladar. Las mejores recetas de la cocina sureña lo cautivarán, los hipnotizarán y lograrán que no pueda olvidar los aromas y sabores que degustó en alguna ciudad del sur como Calafate.
 
Uno de los platos más reconocidos de la gastronomía patagónica, a nivel nacional e internacional, es el cordero patagónico. Los cortes de este ganado son los más elegidos por los turistas que llegan a los restaurantes y parrillas de esta región. Es famoso por su increíble aroma, su exquisito e inmejorable sabor y la ternura de sus cortes. Goza de una excelente calidad sensorial, producto de los procesos de cría en zonas libres de agroquímicos y abundantes en nutrientes naturales.
 
La Patagonia argentina produce más de 15 000 toneladas anuales de cordero, la mayoría de las cuales son exportadas a los exigentes mercados europeos. El entorno natural de la región sureña cuenta con las condiciones climáticas ideales para la cría del ganado ovino. El cordero es un animal capaz de alcanzar durante los primeros meses de vida, entre 19 y 24 kilos. La cría del cordero se realiza en forma intensiva, con los mejores cuidados para garantizar que la calidad de la carne sea suprema. Al faenar los animales puede generar reses cuyo peso oscila entre los 8 y 12 kilos. Los cortes más utilizados en las cocinas patagónicas son el lomo, costillar, paleta y pierna.
 
Los chefs de los restaurantes sureños han desarrollado sus habilidades culinarias gracias al cordero. Sus variadas formas de cocción y presentación han llevado a los cocineros a convertirse en auténticos expertos en la preparación de platos de cordero. Una de las variantes de consumo más tradicional es el cordero asado. Técnica de cocción infaltable en las recetas argentinas, la parilla es una de las alternativas para asar la carne, otros prefieren hacerlo apelando a la técnica del asado con estacas. Ello implica colocar el cordero en forma vertical sujetado a estacan que se ubican próximas al fuego. El aroma y el sabor que adquiere la carne al cocinarse al fuego es incomparable, si además se la adoba con algunas hojas de tomillo, limón y pimienta, el resultado es una comida perfecta, el placer de los dioses.
 
Otra de las formas en que puede degustarse la exquisita carne de cordero es horneada o a la cacerola con alguna salsa. Una de las recetas más presentes en los restaurantes sureños es el lomo de cordero con salsa de hongos; un plato al que es imposible resistirse. Este corte del animal, uno de los más tiernizados, es ideal para cocinar junto a salsas y adobados. La salsa de hongos, elaborada con crema, hongos de la región, cebollín y un toque de vino tinto, es el detalle que corona este plato delicioso.
 
La carne del cordero patagónico tiene bondades reconocidas mundialmente; es magra, tierna y su sabor es increíble. El ámbito sano de pasturas naturales, en donde se producen estos corderos, asegura que las propiedades de la carne se mantendrá potenciando su sabor y aroma característico.

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